31 d’agost 2008

EL PUEBLO MAPUCHE Y SU LARGA LUCHA

La lucha de nuestro Pueblo por defender la tierra y el territorio no es nueva, así como la mayoría de los pueblos originarios de este continente; la mayor parte de nuestra existencia está marcada por una lucha incesante por sobrevivir, por defender nuestro espacio y cultura.

Desde antes de la llegada de los españoles, el Pueblo Nación Mapuche debió detener el avance hacia el sur del imperio incásico, luego vino la guerra de más de trescientos años contra la corona española, la que se vio obligada a reconocer la independencia y autonomía de la nación de Arauco, como aparece establecido en el Parlamento de Quillin de 1641.
Este Parlamento que reconoce la frontera del río Bío Bío y regula las relaciones comerciales entre la corona y la nación mapuche, junto a varios otros que se realizaron entre 1641 y 1803, son verdaderos tratados internacionales, los cuales se realizaban para regular las relaciones cada vez que se rompía la paz o se producían atropellos a las normas pactadas.
Sólo siete años después de pactado el último Parlamento de Negrete, se produce la independencia de Chile y con ello otro período en las relaciones de nuestro Pueblo con los herederos de la corona. Aunque durante setenta años a partir de 1810, nuestro Pueblo Nación Mapuche continuó manteniendo su independencia, ya en 1818, Bernardo O´Higgins implementa la primera de un sinnúmero de leyes y políticas de colonización sobre el territorio mapuche. La brutal guerra de exterminio impuesta en la segunda mitad del siglo XIX culminó hacia 1883 con el aniquilamiento de más de la mitad de la población mapuche, el arrebato del 95% de nuestro territorio, el robo de casi la totalidad de la masa ganadera y el arrase a fuego de los cultivos a manos del ejército chileno. En los años posteriores otra enorme cantidad de población mapuche muere producto del hambre, las enfermedades y las escaramuzas con la policía, el ejército y los colonos que llegaron a ocupar nuestras tierras.

Cabe señalar que este proceso de ocupación del territorio ancestral mapuche, eufemísticamente conocido como 'Pacificación de la Araucanía', responde al hito histórico de posicionamiento del sistema capitalista en Chile, ya que la decisión de ocupar territorio mapuche fue para la acumulación de riquezas a través de la explotación indiscriminada de recursos y mano de obra (plusvalía) de parte de la naciente oligarquía chilena, cuya descendencia troncal (con apellidos ilustres) es la que se ha convertido en clase dominante a través de los grandes y poderosos grupos económicos en Chile y que controlan todo el sistema político económico y social de este país.
De los diez millones de hectáreas que conformaban el territorio mapuche independiente, sólo 500.000 fueron adjudicadas a comunidades mapuche después de la guerra, las que se redujeron a menos de 300.000 hasta finales de la década del 60. Durante el corto gobierno de Allende, las comunidades volvieron a ocupar aproximadamente 500.000 hectáreas, pero la dictadura militar, junto con hacer desaparecer a cerca de 300 dirigentes mapuche, redujo nuevamente las tierras de las comunidades a menos de 300.000. Este proceso de reducción de la propiedad mapuche fue acompañado por la puesta en vigencia de dos decretos que dividieron la mayoría de las propiedades comunitarias y la entrega de títulos de dominio individual a cada miembro de la comunidad.
Paralelo a la atomización de la propiedad comunitaria, se inicia la formación de la gran propiedad de las empresas forestales que fueron beneficiadas además con la dictación del Decreto 701 de 1974 sobre el fomento a la actividad forestal en las regiones VIII y IX, es decir, en el territorio ancestral mapuche.
Con el retorno a la 'democracia' en Chile, la situación de nuestro Pueblo no varió sustancialmente. Si bien Patricio Aylwin dictó una nueva ley indigenista referente a los pueblos originarios, ésta sólo viene a dar continuidad al proceso de dominación que viene implementando el Estado chileno, ya que no resuelve en lo más mínimo las demandas históricas de nuestro Pueblo como es la devolución de nuestro territorio y el reconocimiento como Nación Mapuche.
MODELO NEOLIBERAL Y EMPRESAS TRANSNACIONALES
Definitivamente el problema es que para resolver el conflicto, para dar solución al problema de la tierra, se debe afectar los intereses de los grandes empresarios, de las transnacionales y de los intereses creados con los administradores del poder, y eso el gobierno no está en condiciones de hacer; lo que han hecho en estos diez años ha sido administrar y de muy buena forma el modelo neoliberal impuesto por la dictadura militar. Se trata de un modelo que fomenta las inversiones de grandes capitales en territorio indígena por la importancia que éstos tienen en materias primas y recursos naturales.
La cara más conocida del modelo para nosotros es el de las empresas forestales, turísticas y de energía, que son los más poderosos consorcios multinacionales. Sólo en el ámbito forestal, el Decreto Ley 701, dictado por el gobierno militar en 1974, si bien fue divulgado como un subsidio estatal destinado para los pequeños y medianos agricultores, en la práctica fue utilizado para acelerar las plantaciones de bosques artificiales en territorio mapuche y fomentar la concentración en pocas manos de la propiedad rural. A la par se producía en el país una creciente transnacionalización de la economía.

Fue en este proceso de penetración del capital transnacional en los sectores productivos en alianza con empresarios locales, en este período de privatización de las principales empresas estatales, que se produjo la constitución de los principales grupos económicos que hoy controlan casi la totalidad de la economía nacional y que son los dueños de las principales empresas forestales con las que tienen conflictos las comunidades mapuche.
GRUPOS ECONOMICOS QUE OPERAN EN TERRITORIO MAPUCHE
El Grupo Angelini:
Anacleto Angelini es un empresario italiano que llegó a Chile en la década del 40, se inició en el rubro pesquero donde compró varias empresas quebradas una vez que Pinochet toma el poder. En el año 1985 en alianza con el grupo neozelandés Carter Harver Holt toma el control de la compañía de petróleos de Chile, COPEC y junto a ella de la Empresa Forestal Bosques Arauco y la Celulosa Arauco y Constitución. Además de las empresas ya mencionadas, Angelini controla actualmente el mayor conglomerado pesquero nacional al fusionar varias empresas del rubro como Iquique-Guanaye, Del Norte, Eperva, etc., también tiene importantes inversiones en el rubro minero, energético, telecomunicaciones, seguros, entre otros. Además de su directa vinculación al poder político, ya que el gerente de sus empresas pesqueras es Fernando Zaldívar, hermano del actual presidente del Senado, precandidato a la presidencia y uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano, Andrés Zaldívar.
La fortuna personal actual de Angelini se estima en unos 2.500 millones de dólares.

El Grupo Matte:
El grupo es dirigido por Eliodoro Matte Larrain y su holding o empresa matriz es la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones CMPC, a través de ella controlan la mayoría de sus empresas; sus inversiones están en rubros mineros, forestales, financieros, telecomunicaciones, energéticos, etc. En el rubro forestal controlan la Forestal, Aserraderos y celulosa Mininco, Celulosa del Pacífico, Forestal Monteaguila, Colcura e Informa.
El grupo Matte está asociado a capitales norteamericanos, entre ellos destaca Key Fibre Co., Signal Co. Y Simpson Paper.
Grupo Mitsubishi:
Es una multinacional japonesa del rubro automotriz, pero en Chile es dueña de la Forestal Volterra, Forestal Tierra Chilena y la planta de astillas Astex. Desde 1988 exporta a Japón grandes volúmenes de madera convertidas en astillas o chips.
Grupo Amindus:
Pertenece a la familia Schraidleiny de origen suizo, opera en Chile a través de la Compañía de Aceros del Pacífico, CAP, también en el rubro forestal a través de Forestal Millalemu, de los aserraderos Andinos y Fibranova, y a través de Forestal Terranova. Junto al grupo japonés Marubeni, explotan bosques nativos en la provincia de Valdivia en la zona sur del país.
ENDESA Chile:
Empresa Nacional de Electricidad S.A. también conocida como Endesa Chile, es la empresa energética más grande del país y se proyecta como monopólica a nivel del continente. Durante 42 años perteneció al Estado, desarrollando obras de ingeniería, electrificación y regadío, actividades por la cual obtuvo en 1987 la adjudicación, del derecho de aprovechamiento de agua para construir la Central Hidroeléctrica Ralco en el Alto Bío Bío. En el marco de las privatizaciones, Endesa Chile completó su privatización en 1989, por lo cual en 1999 Endesa España culminó una Oferta de Adquisición de Acciones que le permitió acceder a la propiedad de un 32% adicional del capital social de Enersis, S.A., con lo que aumentó su participación en esta Compañía chilena hasta el 64%, tomando su control efectivo. En la actualidad, Endesa Chile es una empresa cuyas acciones se transan en todas las bolsas chilenas y en la Bolsa de Nueva York. Opera en 5 países latinoamericanos con una potencia instalada de 12.250,9 MW, abarcando los negocios de generación, transmisión y transporte de electricidad.
Sólo las propiedades de las empresas forestales Mininco S.A. y Bosques Arauco, en conjunto triplican la cantidad de tierras que actualmente poseen todos los mapuche, siendo propietarios de más de la mitad de las tierras de las provincias de Arauco y Malleco.
Pero las empresas forestales no sólo le roban la tierra a las comunidades mapuche, cuya expansión aniquilaría a las comunidades, sino que además provocan daños al medio ambiente, muchas veces irreparables como son:
· La contaminación de la playas próximas a las plantas de celulosa, la contaminación del río Bío Bío y el golfo de Arauco por descargas de residuos químicos líquidos, principalmente de las plantas de celulosa.
· Tala indiscriminada del bosque nativo, extinción de especies arbóreas y plantas medicinales utilizadas en la medicina mapuche.· Reforestación con especies exóticas y monocultivo de pino y eucaliptus, lo que no sólo acidifica la tierra, sino que seca las napas subterráneas de agua de las que se abastecen las comunidades mapuche y además tiene un efecto aún no dimensionado sobre los cambios climáticos.· Intoxicación y enfermedades congénitas en la población mapuche vecina a las plantaciones debido a que son fumigadas con productos químicos muchos de los cuales están prohibidos en Europa y Estados Unidos y por organismos internacionales.
LA COORDINADORA DE COMUNIDADES MAPUCHE EN CONFLICTO ARAUCO MALLECO:
Frente a esta situación es que surge un movimiento mapuche desde el seno de las comunidades que a través de la movilización busca frenar la expansión de las empresas forestales en el territorio mapuche, retomando al mismo tiempo la lucha por las demandas históricas de nuestro Pueblo y buscando elevar los niveles de lucha y de entendimiento político de nuestra gente.
Nuestro mayor esfuerzo lo hemos centrado en lograr que nuestros dirigentes logren hacer una buena lectura de la realidad y con ello un mayor compromiso con la lucha que se está desarrollando. Esta mayor conciencia se expresa en el mayor nivel de combatividad de los mapuche y en una mejor disposición de lucha. Es así como hasta el momento nuestro mayor logro ha sido frenar drásticamente las plantaciones forestales en nuestro territorio; las empresas forestales plantaban un promedio cercano a las cien mil hectáreas nuevas al año hasta 1997, sin embargo esta cifra bajó a menos de treinta mil al año siguiente. Por otro lado, la mayoría de los predios en disputa hoy día están controlados, aunque precariamente, por las comunidades mapuche, como es el caso de Rucañanco en Contulmo; Cuyinco en Los Alamos; Choke en Tirúa; Puente de Tierra, Tranicura I y II, Cumillahue y Bajo Kilantahue en Tirúa; Temulemu, Didaico y Pantano en Traiguen; Chequenco y Temucuicui en Ercilla; Caillín, Antonio Paillacoy y Colihuinca Tori en Collipulli; entre otras. También se ha logrado paralizar un proyecto turístico de élite con una inversión cercana a los 50 millones de dólares, que se pretendía construir en el lago Lleu Lleu, en tierras de la comunidad mapuche Pascual Coña.

La Coordinadora Arauco Malleco se define como un referente para el Pueblo Mapuche que mantiene una posición de dar continuidad a un proceso de acumulación de fuerzas en que se combinan dos grandes líneas estratégicas; por una parte se mantiene una resistencia decidida al sistema capitalista en territorios en conflicto, la cual está dirigida principalmente a los procesos de inversión transnacional, liderados por empresas forestales, energéticas y turísticas. Por otra parte, se desarrollan esfuerzos de reconstrucción del Pueblo Nación Mapuche, con un carácter autónomo política y territorialmente, en donde la rearticulación de comunidades permita mayores grados de organización, haciendo efectiva la ocupación y control de espacios territoriales cada vez más amplios. Entendemos que el reforzamiento de los aspectos históricos, identitarios, culturales y religiosos, darán mayor capacidad ideológica y política a nuestras comunidades, este proceso incluye encuentros y diálogos permanentes en que la discusión vaya permitiendo y tejiendo la organización e impulsando la lucha de las comunidades.
En síntesis, la Coordinadora centra sus esfuerzos en consolidar el control territorial y político en zonas de conflicto y además impulsar el apoyo concreto a nuevos procesos de recuperación de espacios territoriales en otras zonas.
Frente a este movimiento, frente a este resurgimiento de la rebeldía milenaria de nuestro Pueblo, el Estado chileno y su gobierno de turno han asumido una política de represión que demuestra una vez más su compromiso con el neoliberalismo y con los poderosos grupos económicos que hoy ven amenazados sus intereses en el territorio mapuche. Esta represión, que cada vez toma ribetes más racistas, se desarrolla desde el encarcelamiento de dirigentes, jóvenes, mujeres y ancianos, hasta la persecución, allanamiento, castigos físicos y torturas a miembros de las comunidades mapuche en sus propias comunidades. Por otra parte, las empresas forestales y latifundistas han creado verdaderas guardias blancas, reclutando al lumpen y a ex agentes de seguridad de la dictadura de Pinochet para amedrentar y castigar a miembros de comunidades mapuche.

Estas bandas de delincuentes pagados por los empresarios, actúan impunemente, al margen del sacro estado de derecho que el gobierno y ellos mismos dicen defender.
Pero este gobierno hace oídos sordos a las múltiples denuncias al respecto y se ha empeñado en buscar infiltrados en las comunidades, en buscar terroristas y violentistas. Sin embargo, la violencia no la generamos nosotros, sino el Estado y los empresarios, ellos son los verdaderos violentistas, que primero nos arrebatan nuestro territorio mediante la guerra de exterminio más atroz que se conoce en el país y ahora con la imposición prepotente de este modelo económico que no sabe de diversidad, que no conoce el respeto, que no conoce la dignidad humana y que de no contenerlo, nos condena al exterminio.
Finalmente, es necesario señalar que más que todos los elementos que pudieran potenciar nuestra lucha, el avance organizativo y el reconocimiento de la Coordinadora al interior de las comunidades que la conforman, como en otras que ven en ella una luz, así como el compromiso de lucha adquirido por nuestras comunidades, ha sido fruto de que en definitiva, más que ideas políticas determinadas, el accionar de la Coordinadora está basado en principios y valores de integralidad moral en la conducta de cada uno de sus miembros y que se manifiestan como la antítesis del modelo dominante. Esto no quiere decir que todos seamos absoluta y perfectamente íntegros, sino que esos son los valores esenciales que guían nuestra lucha y aspiramos y pretendemos siempre guardar.


POR TERRITORIO Y AUTONOMIA
AVANZAMOS HACIA LA LIBERACIONAL NACIONAL MAPUCHE
¡¡ MARRICHIWEU !!







*Mapuche: en Mapudungun; Hombre de la tierra.

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