IU: Alcázar exige al Gobierno “un rápido y estricto control sobre sectores como la energía y la distribución de alimentos

Alcázar exige al Gobierno “un rápido y estricto control sobre sectores como la energía y la distribución de alimentos que tanto se resisten ahora a bajar precios pese a hacerlo la materia prima”

El coordinador ejecutivo de Economía de IU advierte que “el Ejecutivo socialista sigue sin hacer los deberes para frenar la inflación y se niega a ejercer el papel activo que le corresponde”.
Madrid, 11 de septiembre de 2008
El Coordinador Ejecutivo de Economía y Mundo del Trabajo, Javier Alcázar, considera que “la caída en el nivel de precios que se ha producido en el mes de agosto es un dato positivo aunque sigue siendo demasiado elevada en un contexto económico que raya la recesión.

Con una variación mensual negativa de dos décimas, que ha situado el IPC acumulado desde principios de año en un 2,1% y a la tasa de variación interanual en un 4,9%, cuatro décimas menos que en el mes precedente, la realidad es que tenemos una tasa de inflación que más que duplica la que tuvimos el año pasado por las mismas fechas. Dicho de otro modo, en un año, la crisis financiera desencadenada el mes de agosto del pasado año al otro lado del atlántico, junto con la evolución del precio del petróleo y de los alimentos a lo largo de este periodo de tiempo y las propias debilidades estructurales de la economía española y su modelo de crecimiento, han contribuido para que hayamos pasado en un año de tener un IPC de un 2,2% al actual del 4,9%, con la consiguiente merma que sobre el nivel de vida de miles de ciudadanos ha tenido este proceso y los efectos que sobre el crecimiento y el nivel de empleo estamos padeciendo en la actualidad y que tardarán en ser reconducidos”.

Para Alcázar “no cabe duda de que estos datos ponen de manifiesto la influencia que sobre esta tasa tiene tanto la evolución de los precios del petróleo como nuestro nivel de dependencia energética, pero también es indudable la existencia de operativas de dominación del mercado en sectores como por ejemplo el de la distribución de alimentos o de combustibles, que mientras ante una subida de precios de estos productos rápidamente lo trasladan al consumidor, por el contrario muestran una cierta resistencia a disminuir el precio de venta ante una caída en los mismos, hechos sobre los que el Gobierno debería actuar con prontitud con el fin de detectar si en estos sectores se esta produciendo una operativa indebida”

Así mismo para Alcázar “en esta reducción del IPC en agosto el Gobierno las medidas adoptadas por el Gobierno de influir han influido al alza, como por ejemplo las nuevas tarifas eléctricas, lo que pone de manifiesto que sigue sin “hacer los deberes” en esta materia. Ello nos lleva a exigir al Gobierno socialista que acepte de una vez adoptar un papel más activo en la lucha contra la inflación, a lo que se viene negando desde hace demasiados meses.

En cualquier caso el Gobierno debe de hacer oídos sordos ante los cantos de sirena que desde distintos organismos y ámbitos empresariales se realizan en el sentido de aplicar nuevas desregulaciones laborales y políticas de contención salarial ya que, en primer lugar es imprescindible el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores para evitar un mayor desplome del consumo, de la actividad económica y del empleo y, en segundo lugar, porque no ha sido la evolución de los salarios y del mercado de trabajo en su conjunto los que han influido en esta explosión de precios, sino más bien los abusivos márgenes comerciales y con ellos los beneficios obtenidos por las empresas estos últimos años los causantes de la misma, y por tanto no sería justo hacer recaer el mayor peso del ajuste a los más desfavorecidos y que además no han tenido nada que ver con su origen.

Por último para el dirigente de IU, “los actuales datos de inflación, tanto del índice general como de la subyacente y el sostenimiento del diferencial de precios respecto de la zona euro, plantean serias dificultades a la hora de gestionar la crisis económica y articular medidas de signo expansivo que sostengan la actividad económica y el empleo en un contexto inflacionario.

El cambio de nuestro modelo productivo, la apuesta por la industria y las mejoras de la productividad, así como el impulso decidido por el ahorro y la eficiencia energética, son condiciones necesarias para abordar el componente estructural de nuestra tasa de inflación.

Pero todo ello ha de combinarse con medidas inmediatas centradas en conseguir una mayor transparencia en la formación de precios y en el control de los márgenes empresariales que se establecen en los procesos de distribución y comercialización, así como de otros procesos que influyan en el precio final de venta, o luchar de forma más activa y efectiva sobre el alto nivel de fraude fiscal y el alto nivel de economía sumergida existente en nuestro país que fomentan un cierto sobreconsumo y con ello a los precios”