10 de juliol 2006

ELEGIA AL MIGUEL HERNANDEZ-PER UN EX-ALUMNE DEL COL.LEGI


Ya sabeis que no soy muy dado a escribir mensajes, pero cuando me enteré de lo del Colegio Miguel Hernandez…la verdad es que me trastocó bastante mis pensamientos. Yo estudié allí desde 2º EGB, cuando se inaguró el colegio en 1980, hasta acabar la EGB en 1987. Y además crecí y sigo viviendo en el barrio, paso cada dia por delante de su puerta…vamos, que me ha llegao.
El lunes por la noche, el dia del pleno (al que no pude ir por lo de siempre) me dio por ponerme a escribir las cosas que me habian pasado por la cabeza durante el dia.
ELEGIA A MIGUEL HERNÁNDEZ, el colegio, el poeta.
(En Santa Coloma, su pueblo y el mío, el ayuntamiento ha decidido tirar al suelo como del rayo el Colegio Miguel Hernández, al que tanto quería.)

Nací en Can Calvet, un barrio sin asfaltar, sin alcantarillar, sin servicios. Siendo muy pequeño vi construir el que sería mi colegio, en los mismos campos en los que jugaba con mis amigos de la calle.
Eran años de construir, pero no sólo pisos, sino la sociedad misma. Como otros niños del barrio, cambiamos un sótano sombrío por un colegio con mayúsculas. Amplio, con mucho sol y un gran patio.
Cuando eligieron el nombre, pensaron en Miguel Hernández. No podía ser más adecuado. Saliendo de años oscuros y queriendo llevar, como el poeta, la educación y la cultura a las clases humildes.
Cuando se inauguró se le llamaba Colegio Nacional y, poco después, Colegio Público. En los ojos de un niño, sólo un cambio de nombre. Recordándolo con perspectiva, el reflejo de un tiempo.
Hijo de familia trabajadora, allí empecé con mis estudios. Y mucho más que eso; a formarme como persona. Miguel Hernández fue un referente que marcó mi posterior conciencia.
Venían al colegio en autocares, desde otros barrios. Los padres y las madres vivían la escuela como propia. Se respiraba vida, alegría. Se hacia deporte, fiestas. Se luchaba por mejorar día a día.
Con poco más de 12 años simpatizaba con aceituneros altivos, soplaba fuerte a favor de los vientos del pueblo, soñaba que la poesía era un arma cargada de futuro… Gracias Hernández, Alberti, Celaya...
Al lado del colegio había barracones; el antiguo Mixto III. Pero al acabar octavo, para ir al instituto, tuve que cambiar de barrio. Estaban en mal estado, los iban a demoler.
Quien les iba a decir a aquellas edificaciones hechas de débil cemento, que verían caer el flamante colegio de ladrillo; aquel que les protegía del frío y el viento.
Porque cuando nos fuimos todos sus niños, se habló que sería escuela de idiomas. O tal vez una residencia, para jóvenes o ancianos, o servicios para Santa Coloma.
Y es que bajó la natalidad, pero subió el hambre de dinero. Ya no era conveniente invertir en personas. Eso no era moderno. Siempre el interés se situaba primero.
Y el destino ha querido que sea el hijo del alcalde franquista, el que ponga fin a su andadura. Colegio y poeta, vidas paralelas, ambas hundidas por los hijos de la dictadura.
Espero que, al menos, piensen en guardar tu ejemplo fraternal. Que te dediquen una plaza, una fuente, un rincón… quizás una fila de aparcamientos en el nuevo centro comercial.
Para finalizar, he elegido dos estrofas que escribiste cuando murió tu amigo Ramón:
”Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. . Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. “
Que hoy sirvan para despedirme de mi colegio, para decirle hasta siempre y para honrar tu recuerdo…
”que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero”. . (26 de junio de 2006)

2 comentaris:

  1. He llegado aquí de casualidad, o el destino me acercó...
    Guardo muy buenos recuerdos del que fué mi colegio.
    me gustaría ver fotos, si alguien las compartiese
    saludos, antiguos compañeros

    ResponElimina