El Grupo Parlamentario de IU ha registrado hoy una enmienda a la totalidad con texto alternativo a la propuesta de reforma fiscal presentada por el Gobierno socialista. Esta iniciativa se ha concretado en el último día de plazo para la presentación de enmiendas a la totalidad dado por el Congreso de los Diputados.El diputado Ángel Pérez, que será el portavoz parlamentario en la tramitación de esta reforma, considera que “con esta enmienda a la totalidad, con un contenido realmente alternativo y de izquierda, hacemos frente a una reforma regresiva e injusta para los trabajadores y trabajadoras que son, junto a aquellos que tienen menores rentas, los grandes perjudicados con la reforma pretendida. De salir el proyecto del Gobierno tal y como está, serán las rentas del capital y los contribuyentes de mayores ingresos quienes más se beneficien”.Para el parlamentario de IU, “nuestro texto alternativo busca conectar con las exigencias que los sindicatos de clase plantearon frente a las anteriores reformas fiscales del PP. Entonces, cuando estaba en la oposición, parecía que también el PSOE defendía recuperar la progresividad y equidad perdidas en el IRPF, pero el proyecto de ley presentado ahora demuestra que es todo lo contrario y que los socialistas abundan en los aspectos más regresivos defendidos por la derecha”.El Grupo Parlamentario de IU, que mañana miércoles presentará a las 11,30 h. en rueda de prensa en el Congreso la totalidad de su enmienda a la totalidad, adelanta algunos de los contenidos más significativos contenidos en el texto registrado hoy:El impuesto recupera su carácter sintético integrando todos los rendimientos del contribuyente en una única base, desapareciendo la distinción entre base liquidable general y del ahorro que recoge el proyecto de Ley, y por tanto, la extensión de un tipo único a los rendimientos del capital financiero.Se establece una exención de 1.000 euros para las ganancias patrimoniales generadas en más de dos años, que se integran en la base del tributo.Se establece una tarifa más progresiva, en seis tramos, con tipos que van hasta el 50% para las rentas más altas, respetando el tramo a tipo cero donde operan los mínimos personal y familiar del proyecto de Ley. El aumento del número de tramos y tipos, y el ajuste en la amplitud de los tramos, intenta potenciar la progresividad evitando que contribuyentes con niveles de renta muy dispares tributen a un mismo tipo medio.Se limita al máximo la determinación del rendimiento neto en estimación objetiva, extendiendo la estimación directa como método apropiado para calcular el rendimiento de las actividades económicas.La evolución socioeconómica y la generalización de las herramientas informáticas desde la creación del sistema de estimación objetiva en el año 1992, permiten que en la actualidad sea razonable exigir a los pequeños empresarios que lleven y conserven sus libros registros obligatorios a efectos fiscales y sus facturas, especialmente si el objeto de su actividad económica se integra en la producción de bienes y servicios.Aún entendiendo que las ayudas públicas para acceder a una vivienda en nuestro país han de ir concentrándose vía gasto directo y priorizando el alquiler, se mantiene la deducción por adquisición de vivienda habitual, si bien se reduce la base máxima de esta deducción beneficiando a las cantidades invertidas en vivienda que se correspondan con la necesidad básica de la misma.De forma paralela, se establece una deducción en la cuota por alquiler de la vivienda habitual para facilitar el acceso a una vivienda a los contribuyentes de menor capacidad económica, y se rebaja la reducción para los arrendadores.Por último, se complementa la política de vivienda gravando con mayor intensidad las viviendas desocupadas y ociosas, para favorecer su puesta en el mercado de alquiler y frenar la especulación inmobiliaria.Se suprimen los planes individuales de ahorro sistemático por entender que pueden entran en competencia desleal con las pensiones públicas, y se reducen las aportaciones máximas a planes privados de pensiones.El sistema público de pensiones se garantiza cuando se mantiene el carácter complementario y subordinado de los planes privados. El coste fiscal de los incentivos a los planes privados es considerable y los beneficios fiscales favorecen en mayor medida a las rentas más elevadas.El proyecto de Ley avanza en este sentido, pero de manera tímida e insuficiente, ya que la cantidad máxima permitida objeto de deducción es desproporcionada respecto a los ingresos salariales medios españoles.Se rechaza la disminución de los tipos impositivos en el Impuesto de Sociedades. Considerando el ciclo alcista del beneficio empresarial y el tipo efectivo medio, en el entorno del 24%, no existe justificación para reducir tipos. Cuestión distinta es abordar los verdaderos factores que influyen en la competitividad, la productividad y la eficiencia empresarial.Frente a esta propuesta, el diputado de IU entiende que en la del Gobierno “el tratamiento fiscal que se da es de una injusticia social inaceptable que contradice la necesidad de que el IRPF grave la totalidad de la renta, independientemente de cuál sea el origen de la misma”.Destaca que “el Ejecutivo socialista recorta de nuevo la tarifa y disminuye el tipo marginal máximo hasta el 43%, reduciendo los tramos y ampliando sus cuantías, minorando así la progresividad al permitir que contribuyentes con niveles de renta muy dispares tributen a un mismo tipo medio. El recorte en el tributo tiene su elevada dosis de regalo fiscal a los que más ganan: un 30% del coste de la reforma beneficia a menos del 5% de los contribuyentes”.Para Ángel Pérez, “queremos que el Gobierno explique a la sociedad sin trampas ni propaganda cómo piensan reducir la recaudación en otros 4.000 millones de euros con las nuevas medidas que afectan al IRPF y al Impuesto de Sociedades sin poner en peligro las políticas sociales y aquellas que cubren necesidades básicas de los ciudadanos -educación, servicios sociales, asistencia sanitaria o vivienda-, así como aquellas destinadas a mejorar nuestro sistema productivo (investigación e infraestructuras sostenibles)”.“La mejor reforma fiscal –destaca Pérez-, antes que recortar impuestos directos, es acometer una decidida lucha contra el fraude, lo que implica mejorar el proyecto de Ley de medidas para la prevención del fraude fiscal, completándolo con medios humanos y materiales suficientes”. Ángel Pérez sentencia que “ahí está nuestra propuesta fiscal. Esperamos que aquellos que nos critican de manera simplista de querer subir los impuestos den marcha atrás a sus falsas acusaciones y muestren su disposición a discutir sobre este texto, basado en cifras difícilmente refutables. Si la recaudación del IRPF representaba en 1995 el 7,9% del PIB y descendió hasta el 6,5% del PIB en 2004, en ese periodo la contribución de los rendimientos del trabajo aumentó en 0,3 puntos del PIB, frente a una disminución de 0,9 puntos del PIB de la aportación de los rendimientos del capital”.
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