Han transcurrido dos años de análisis y debates para llegar a nuestro V Congreso Nacional.
Durante cinco días, analizamos la situación de la agricultura, la coyuntura política y los desafíos del pueblo brasileño para construir una nación socialmente justa y soberana. Estos momentos también sirvieron para fortalecer nuestra mística, recordar a los compañeros y compañeras que no pudieron estar con nosotros, asesinados por la crueldad del latifundio y del agronegocio, y, para confraternizar y celebrar nuestras victorias.
Además de definir nuestras líneas políticas y tareas para los próximos años, el V Congreso Nacional también aprobó nuestro Programa Agrario, un conjunto de medidas que consideramos necesarias para transformar la estructura agraria y garantizar una agricultura que permita la seguridad y la soberanía alimentaria.
Refrendamos también la Carta-Propuesta entregada al Presidente Lula el día 17 de abril y aprobamos la Carta del V Congreso, que condesa nuestra táctica y nuestras prioridades de lucha. A partir de la elaboración del Programa, y sobre las luchas y los enfrentamientos que libramos en el último periodo, nos han permitido comprender que es imposible luchar por la Reforma Agraria, sin combatir el modelo económico que se impone sobre la sociedad. En la forma cómo está estructurado el campo actualmente, no hay cabida para el campesino.
El campo se transformó en un territorio de producción de materia prima para la exportación, producción que se fundamenta en el monocultivo en gran escala, el uso intensivo de máquinas y herbicidas – que expulsan mano de obra y afectan el medioambiente –, modelo que es impulsado por el capital financiero internacional. El agronegocio, como es conocido este modelo, es hoy el gran obstáculo para llevar a cabo la Reforma Agraria que defendemos nosotros los del MST, junto con los movimientos sociales de la Vía Campesina.
Para luchar contra este modelo, hay que unir fuerzas. En ese sentido, reafirmamos que no se puede construir un futuro digno en las ciudades sin una Reforma Agraria que produzca alimentos sanos y de calidad para la población urbana, que bloquee y revierta el éxodo rural y fortalezca el mercado interno. Insistimos en la alianza entre trabajadores rurales y urbanos para la realización de la Reforma Agraria, porque sabemos que, sin esta unidad, no será posible construir un Proyecto Popular para Brasil. El lema de nuestro V Congreso, "Reforma Agraria: por Justicia Social y Soberanía Popular", sintetiza el sueño y la lucha de aquellos que creen que sólo podrá haber justicia social si hay una amplia Reforma Agraria, que posibilite la democratización del acceso a la tierra y la eliminación de la pobreza en el campo.
Además, para que un pueblo pueda reconocerse como soberano, debe ejercer control sobre su producción de alimentos y la energía, para que estos puedan cumplir sus funciones sociales, en beneficio del propio pueblo, y no para generar ganancias que benefician a unos pocos accionistas ligados a los grandes bancos y a las empresas transnacionales.
Reafirmamos también la necesidad de invertir en educación y en comunicación como instrumentos para la lucha contra-hegemónica, y de ampliar la defensa del desarrollo sustentable, que asegure la supervivencia del medio ambiente y de aquellos que en él habitan. Creemos que el pueblo brasileño debe decidir los rumbos de su destino. Opinar, debatir y decidir sobre las cuestiones que afectan a su vida y a las futuras generaciones.
En ese sentido, el V Congreso constituyó un importante hito en la lucha de los trabajadores brasileños, no sólo por el gran numero de participantes –casi 18 delegados/as de 24 estados brasileños – sino también por la fuerza del debate, que, ciertamente, nos estimula. Sabemos que el camino es arduo. Pero no nos faltan motivaciones y ejemplos vivos. Como el de Elizabeth Teixeira, líder de las Ligas Campesinas, que estuvo con nosotros durante el Congreso transmitiéndonos su experiencia y su mística. O el de Seu Luiz Beltrame, de 100 años de edad, ejemplo de participación, pues estuvo en primera fila en dos marchas nacionales. Muchos, muchos amigos y amigas estuvieron con nosotros y nos dejaron palabras y gestos de solidaridad y compromiso.
Como dice el poeta Thiago de Mello, que nos enseñó en sus versos: “A partir de este instante la libertad será algo vivo y transparente como un fuego o uno río, y su morada será siempre el corazón del hombre.”
Una lucha exitosa para todos nosotros, Dirección Nacional del MST
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